Y no, nada que ver con la política de precios de los de Cupertino… Siempre hemos hablado –y alabado– que Android es en teoría el sistema operativo de móvil más abierto y libre de entre los existentes en el mercado actual. También es verdad y me sigo ratificando, que Android no es tan libre como se nos quiere vender si uno no tiene privilegios de superusuario o acceso root.
Después de probar una gran cantidad de capas de personalización en diferentes modelos de varias marcas, los que más o menos sigan mis artículos sabrán mi prioridad por Android puro — de ahí mi afición por los dispositivos Nexus y Motorola–. Para mí –y señalo desde ya que se trata de mi opinión personal–,Android puro es la verdadera y única interfaz que todo dispositivo debería tener. Las capas de personalización salvo honrosas excepciones, quitan más de lo que dan, y salvo que tengas el buque insignia del momento como el Galaxy Note 4, hacen inservibles la mayoría de los gama media y baja.
Por eso a veces me pregunto si Android debería aprender en este sentido algo de Apple y su sistema operativo iOS, convirtiéndose en un sistema operativo más cerrado que obligase a quien quisiera utilizarlo a seguir sus directrices. A todos nos gusta Material Design y Android 5.0 Lollipop, pero, ¿quién nos asegura que marcas como Samsung, Lg o Sony vayan a cumplir realmente con las guías de desarrollo de Google? Es más, ¿no os chirría también ver muchas aplicaciones de vuestro teléfono tan diferentes sin seguir un mismo esquema de interfaz?
Ya sé que la presunta “libertad” de Android radica en este sentido, que nadie nos pone una pistola en la punta de la cabeza para elegir un teléfono u otro, pero siempre me ha hecho gracia que en la mayoría de las ocasiones, los propietarios de teléfonos con capas de personalización muy intrusivas opten por ROMs basadas en Android puro como CyanogenMod o Paranoid.
Tal vez si Android quisiese convertirse en un sistema operativo mucho más fuerte debería ponerse mucho más serio en este aspecto, obligando a cada desarrollador a cumplir unos estándares de interfaz para publicar sus aplicaciones en Google Play al igual que con las grandes marcas, obligando a que sus versiones de Android se parezcan a Android, no a lo que ellos quieran.
Estoy seguro que esto rompería con el Android que todos conocemos y también sé que muchos criticareis esta forma de pensar, pero creo en que todos ganaríamos –sobre todo los usuarios– al tener un sistema operativo unido. ¿Imitar a iOS? Siempre es bueno imitar lo bueno de los demás. De todas maneras, que un sistema sea más cerrado –a mí me en realidad me gusta decir unificado– y más controlado no debería ser excusa para que los usuarios no pudiésemos personalizarlo como realmente a nosotros nos gustase.
Tomado de http://goo.gl/1xJMxn
